¡Adiós, gorrión!
Y volverán las vírgenes hojas en sus árboles a brotar
Y volverán las nieves descarriadas a su cauce perseguir
y volverá el mundo con su melancólica rutina a inundar
más tu alma en mi solitaria ribera no lograré sentir.
Sin tus ojos de cristal aprenderé, sin rumbo, a seguir
con tus roces de amapola aprenderé incluso a soñar
¿Pero cómo voy a ser capaz de vivir así?
Si jamás hasta ahora me dejaste de amar.
Y despertaré adormilada bajo el son de otra ala.
E inocente creeré que nuevos amores me regala,
Más tanteando entre la humedad del temprano rocío
Cantaré que solo por ti albergo el prendado latido.
¡Adiós, gorrión, de mi nido vacío!
¡Adiós, gorrión, y no vuelvas, te lo pido!
Pues si osaras volver a mí con tu amor desleal
Mi maltrecha alma exhalaría su último pío.
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